La lágrima es mentira, es alegría.
Dónde estás? Por qué te escondes?
No ves que ya no hay tiempo?
Te tengo cada noche, pero tú no vienes.
Y si no vienes, al menos déjame soñar contigo.
Sé que mañana al despertar no estarás conmigo.
Pero mi invierno será más cálido
y la soledad dolerá menos.
Esperaré que pase el día para volver a soñarte por la noche,
y en esa cama vacía volverás a estar conmigo.
Donde estés, estaré contigo,
y cuando terminen mis horas
no podrás impedir que cada noche
vuelva a tenerte.
© Horacio Benites
sábado, 29 de agosto de 2015
Suscribirse a:
Entradas (Atom)